
La mecha que enciende el diálogo en Venezuela se acortó aún más con el bloqueo económico de Estados Unidos, que busca imponer su línea dura para expulsar a Nicolás Maduro antes que apoyar una negociación que oxigene al mandatario.
Maduro suspendió las conversaciones con la oposición en rechazo a las medidas que congelaron los activos del devastado país petrolero en Estados Unidos y limitaron severamente su actividad comercial.
John Bolton, asesor de seguridad del presidente Donald Trump, no dejó duda sobre el objetivo: “La hora del diálogo ya pasó, toca ahora ponerse en acción”.
La Casa Blanca, que encabeza la presión para sacar a Maduro, perdió protagonismo tras el fallido levantamiento militar de abril liderado por el opositor Juan Guaidó -a quien valida como presidente encargado junto con medio centenar de naciones- y el inicio en mayo de un diálogo con la mediación de Noruega.
DESDE NEW YORK: RAFAEL RODRIGUEZ LUZURIAGA